Cuando depiles tus piernas divide el proceso por zonas, para que no olvides ningún vello en el recorrido. Depila la parte de atrás de las piernas primero (que es la más difícil), y después sigue por la parte de enfrente y termina hasta llegar a las rodillas, siempre dobladas y aplicando la cera en porciones más pequeñas. Cuando acabes la depilación, refresca y suaviza tu piel con un gel de aloe vera, y no la expongas al sol ni a agua caliente por lo menos en las próximas 24 horas.